1. En un viejo, el viejo amor esta siempre
nuevo: Transformando el corazón.
¿Cómo pagar a nuestros abuelos todo lo que
recibimos de ellos?
Creo y esta es mi lucha, que la única
forma de hacerlo es dejando ese mismo legado a las generaciones que siguen.
Existe variedad de anuncios exhortando a
amar a los abuelos y sin duda para cualquiera de nosotros que hayamos tenido la
suerte de convivir con nuestros antecesores, alguno de ellos ha representado un
elemento importantísimo en nuestra formación.
Hace muchos años, quizá demasiados, cuando
yo era apenas un niño, buscaba pasar la mayor cantidad de tiempo posible en
compañía de mi abuela.
¿Por qué me gustaba su compañía? Pienso
que probablemente era por ese viejo amor siempre nuevo cada día, la paz que
ella me proporcionaba y la gran sabiduría que trasmitía en base a su
experiencia.
Un hermano en la iglesia me comentaba:
"Mi abuelito, sabía distraerme enseñándome cosas tan útiles como aprender
a barrer, a lavar el auto y a preparar un delicioso jugo de naranja. Con el
aprendí también a construir castillos de barajas, casitas de dominó y otros
muchos de esos juegos que parecen intranscendentes, pero que nos hacen convivir
en familia disfrutando de momentos imborrables en nuestro recuerdo"
Y así cada quien que ha vivido con un
abuelito puede dar una lista interminable de momentos felices que seguramente
son imborrables. Pero independientemente de todos esos momentos que se guardan
como un tesoro en la vida, existe también otra riqueza de mucho más valor.
Nunca podré olvidar el testimonio de
trabajo de mi abuela, en su casa en la población de Armenia, Sonsonate, El
Salvador, en la casa de ella, funcionaba el correo del pueblo y la miraba trabajar
clasificando correo, sonriendo a cada visitante, etc.
Recuerdo como mi abuelita, al egresar con
mi padre a nuestra casa, se despedía de mi padre con un cariño envidiable
permaneciendo en la puerta de la casa hasta que desaparecíamos. Mi
"viejo" volteaba siempre desde lejos para hacerle la señal de adiós a
mi abuela, con la seguridad de que ella siempre estaría esperando para
responderle hasta que lo perdiera de su vista al final de la calle.
De la misma manera en nuestra casa, en San
Salvador, era indescriptible la alegría de toda la familia cuando escuchábamos
la voz característica de mi abuelita al llegar a la casa. Todos corríamos a
recibirla. Me es muy difícil recordar, si él alguna vez llegó con las manos
vacías, porque aún mantengo la imagen de la viejita entregándonos de los
diversos detallitos que nos había traído.
Estos podían ser desde unos sencillos
dulces de esos de color verde hasta un cochecito o algo parecido. A mi Madre
siempre le traía un detalle de su agrado y ella lo recibía con manifiesta
alegría. Sus regalos siempre estaban llenos de sencillez y con ellos buscaba
desarrollar nuestra inteligencia y nuestra imaginación.
De forma muy especial, los abuelos en
todas las latitudes, participan también en nuestra formación. Formando en nosotros una conciencia recta,
enseñándonos a distinguir con claridad y justicia, entre lo bueno y lo malo.
Una mayoría de ahora viejos, nos
recordamos que todos los días en la noche, antes de ir a dormir, la abuelita
nos llevaba a realizar nuestras últimas oraciones y así entre la mística y el
juego nos conducía por el camino del Señor.
Mientras uno oraba tenía que hacer un
examen de conciencia y por cada cosa mala que hubiera hecho, debía de pedir
perdón y cada cosa buena dar las gracias. Después de esto nos retirábamos a
dormir.
Así se nos fue enseñando que por cada obra
mala que hacíamos o por aquellas buenas que dejábamos de hacer, hacíamos menos
cómodo nuestro corazón.
Los matrimonios de ancianos, en la iglesia
tengo uno en donde ella (Merceditas) es de casi 85 años y él (Bryan) mayor a
ella, él trabaja aun conduciendo su propio taxi, ellos figura de abuelos nos
dan otro de los ejemplos y quizás el más valioso nos lo dan en el campo del
amor y de su verdadero significado.
No del "amor" que se nos
presenta actualmente en la televisión o en las películas de cine, sino de aquel
amor que se puede alcanzar cuando la pareja está unida por la voluntad de
seguirse amando, aún cuando ya han pasado los llamados "mejores momentos
de la vida". Cuando la
belleza física deja lugar a la belleza espiritual. Cuando se ha perdonado todo
y se sigue perdonando única y exclusivamente por amor.
He visto como al llegar él, toma
tiernamente la mano a su esposa, la otra mitad de su vida y la acaricia con una
ternura que hasta la fecha no puedo olvidar. Después, ella ya en una silla de
ruedas producto de la artritis deformativa que padece, aun sirve los alimentos
que ella misma a cocinado a su esposo y ambos comen en una paz, que se es la
paz de Dios, porque sobrepasa todo entendimiento.
Mi abuela murió cuando yo tenia siete años
de edad y ahora cincuenta y seis años después sus enseñanzas siguen firmes en
mi y son base para que las traslade como lo hago en este estudio. Mi abuela se
fue corporalmente, aquel viejo amor que materialmente no esta ahora, nace como
un nuevo amor para quienes nos leen.
El rol de los abuelos es distinto y
especial en muchos sentidos. La relación abuelos-nietos es una gratificante y
fructífera experiencia humana. Por un lado los abuelos representan una fuente
de transmisión de saberes del pasado de forma directa y en vivo o como diríamos
ahora en tiempo real. También ejercitan una parte importante del papel
protector y cuidador que en ocasiones no alcanzan a cubrir totalmente los
progenitores. Los vínculos con los descendientes de distintas edades son
decisivos para forjar el carácter y cultivar los rasgos más esenciales de
nuestra personalidad.
A menudo los abuelos mejoran su propia
autoestima y se realizan a través de los nietos y cumplen al mismo tiempo una
misión intergeneracional que consiste en influir en el proceso de identidad de
los jóvenes. Se da una relación de doble vía al recibir sensaciones
benefactoras por medio de la generación más joven, con nuevos estímulos, en una
etapa vital en la que se hace necesaria una reorganización psíquica y
relacional. Existe una potencia simbólica de continuidad a través del
reconocimiento de marcas propias en el carácter de la descendencia. Se
corresponde con una esperanza real de sobrevivir mediante la incorporación en
las generaciones futuras de valores y señas de identidad autoreferentes.
La generación mayor en edad y experiencia
sigue siendo imprescindible para transmitir conocimientos y proporcionar un
sentido de patrimonio familiar. Pero de todas formas continúa necesitándose la
estabilidad, que solo se puede asegurar con el respeto y la clarificación
consensuada del reparto de autoridad. En vuestro caso la convivencia de las
tres generaciones (abuelo-padres-nietos), posibilita y hace preciso a su vez el
entendimiento y los pactos entre las diferentes etapas vitales representadas.
Es recomendable la práctica de la comunicación para conseguirlo.
Esta ayuda por parte de los abuelos ha de
ser totalmente voluntaria y debemos ser conscientes de si realmente esta
colaboración no va a suponer un esfuerzo muy grande para ellos. Unos aspectos a
tener muy en cuenta son la edad de los abuelos o su estado de salud para evitar
en todo momento, que el cuidado de los nietos se convierta en una tarea pesada
y difícil de cumplir.
Hemos de tener muy presente sus
limitaciones y no abusar de ellos. De lo contrario, podrían sentirse explotados
y sufrir situaciones de estrés y agotamiento físico. Existe otro aspecto a
tener en cuenta y es la vida social de los abuelos. No podemos permitir que
renuncien a ella por necesidades nuestras. Ante todo, debemos tener presente
que son personas que tienen que vivir su propia vida y no convertirlos en
esclavos de la nuestra.
Ellos ya vivieron una época en la que
tuvieron que cuidarnos y no es justo cargarles de nuevo con esa obligación en
detrimento de su esparcimiento o sus aficiones y muchos menos en detrimento de
su salud.
Si los abuelos deciden prestar su ayuda
compartiendo el cuidado de los nietos, debe de hacerles saber durante cuánto
tiempo los van a necesitar y con qué frecuencia.
Debemos esforzarnos todos para dejar ese
mismo legado a las generaciones que siguen, quizá de esta manera nuestros hijos
y nietos puedan vivir, en carne propia, "UN VIEJO AMOR, SIEMPRE
NUEVO".
Esfuérzate tu que abueleas, piensa que...
"Después de dar años a la vida, es necesario dar vida a los años"...
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