1. Instituciones al servicio de la
ancianidad
2. El viejo sabe solo por viejo...
3. Pérdida De Memoria
4. Lucidez
5. Sabiduría
6. Dignidad
1. Instituciones al servicio de la
ancianidad
a. Hogares Geriátricos, de orden estatal o
privado, acogen a los ancianos de día o como internos. Reciben atención médica,
espiritual, laborterapia y recreación. Están destinados a ancianos sanos (en
algunos, mixtos, pueden vivir matrimonios).
b. Clínicas Geriátricas, con iguales
características, están dedicadas a la atención del anciano enfermo o postrado.
Cuentan con médicos especialistas, kinesiólogos, foniatras, terapeutas
ocupacionales, enfermeras y demás.
c. Clubes de la tercera edad, se ofrecen
como ámbitos de paz y serenidad; los ancianos participan de
"charlas", conferencias, paseos, bailes, coros, juegos, con alegría
comunicativa y sincera.
2. El viejo sabe solo por viejo...
Actualmente, más personas de la tercera
edad luchan por mantenerse activos dentro de la vida moderna, siendo útiles y
productivos a la sociedad y en muchos de los casos autosuficientes.
Salvador Marenco, en El Salvador, es un señor de nuestra iglesia y con 86 años
que esta viviendo su vida tal y como lo hacía cuando tenía 50: maneja, sigue al
frente de su propio negocio (talabartero) y lleva personalmente sus cuentas de
gastos.
¿Será esto posible o Salvador es una
excepción?
Dentro de nuestra sociedad existe la
creencia de que con la vejez las facultades mentales se pierden, pero nuevos
estudios en el tema, demuestran que estas facultades no se pierden, sino que se
transforman cuando el cerebro envejece.
Es una realidad, actualmente más personas
de la tercera edad se esfuerzan por mantenerse activos dentro de la vida moderna.
Demostrando que son capaces de realizar muchas tareas y que pueden seguir
siendo útiles a la sociedad. Por desgracia hay todavía quienes ven a la vejez
como una enfermedad.
Muchos piensan que cuando la persona
envejece tiene menos capacidad intelectual. Las conclusiones a que llegaron
investigadores de la Universidad de Harvard después de realizar algunos
estudios es que la mayoría de las personas conservan intactas sus facultades
mentales por lo menos hasta los 70 años y un 30% llegan sin ningún problema a
los ochenta o noventa años.
Se cree que es de gran influencia para que
la persona se conserve lúcida el tener una preparación académica y llevar una
vida productiva con diferentes intereses y pasatiempos, entre otras cosas. Por el contrario, quienes tienen una vida
sedentaria o quienes no tienen metas por las cuales luchar, muestran un
deterioro prematuro de su inteligencia.
He ahí que podemos encontrar que hay
personas viejas antes de haber cumplido los cincuenta años.
Es recomendable que la persona mayor trate
de mantenerse al día en su ocupación, profesión, actividades o deporte que
practique, pues además de tener la capacidad para hacerlo esto le ayudará a
mantenerse lúcido.
3. Pérdida De Memoria
Otra de las creencias es que cuando se llega
a viejo comienza a perderse la memoria. Durante muchos años se ha pensado que
al envejecer, las neuronas mueren más rápido que antes y se va perdiendo la
memoria. Un estudio realizado en la Universidad de Boston demuestra que con la
edad lo que se atrofia son los canales de comunicación de las neuronas, pero
todos los datos almacenados permanecen intactos.
Esto quiere decir que los ancianos pueden
seguir siendo muy inteligentes aunque la velocidad de su pensamiento sea menor.
A más edad se conoce más y se tienen más experiencias.
4. Lucidez
No es una garantía que quien ejercite su
cerebro lo mantendrá lúcido, aunque en muchos casos puede ser de gran ayuda
para que este se conserve sano al llegar a la vejez. Para ayudarlo a mantenerse
joven, muchos geriatras hoy día recomiendan a los ancianos a aprender cosas y
oficios nuevos. Aquí se puede poner en práctica el viejo adagio de que
"nunca es tarde para aprender".
Las nuevas experiencias ayudan al cerebro
a desarrollar nuevos canales de comunicación en las neuronas y quienes son más
flexibles en su pensamiento y son creativos favorecen en gran parte su agudeza
mental.
Otro factor que ayuda a mantener en forma
el cerebro es vivir una vida emocionalmente estable. Esto ayuda no sólo a los
ancianos, sino a cualquier persona, a realizar sus actividades intelectuales
con más calma y precisión.
Quienes creen que sólo gozando de salud
física pueden mantener una salud mental no necesariamente están en lo cierto,
pues muchas veces los padecimientos de enfermedades físicas no atrofian para
nada la capacidad intelectual de las personas.
Pero no hay que olvidar que hay
padecimientos que sí afectan las facultades mentales, tales como la
arteriosclerosis y la hipertensión, aunque éstas no afectan sólo a las de edad avanzada
sino también a personas jóvenes que tienen malos hábitos.
Se ha demostrado que personas de la
tercera edad que padecen parálisis de algunos de sus miembros no ven afectada
su capacidad mental y pueden desempeñar muchas actividades de carácter intelectual.
Por otra parte, es recomendable hacer ejercicio en forma moderada pues el sobre
ejercicio no es garantía de conservar la lucidez.
5. Sabiduría
Existe una gran realidad que hoy día
parece ser olvidada: La vejez está llena de sabiduría. Por fortuna no todas las
sociedades modernas consideran que los ancianos son personas limitadas
intelectualmente. Tal es el caso de lugares como China, donde ser viejo es ser
sabio y las personas mayores gozan de una alta jerarquía en la sociedad.
Otros estudios realizados han demostrado
que las personas mayores tal vez sean más lentas en realizar actividades
intelectuales, pero las hacen con mucho más perfección que personas jóvenes y
aunque tarden más tiempo en tomar decisiones se equivocan menos.
Los expertos geriatras afirman que el
cerebro de un anciano no es inferior al de un joven, sino simplemente son
distintos, al igual que el de un niño y un adulto. Mientras las personas
jóvenes son más rápidas para pensar y hacer las cosas, tienen grandes huecos en
información y los ancianos suplen la falta de rapidez con su experiencia y
sabiduría.
6. Dignidad
En nuestra sociedad muchas veces el
anciano es considerado como material de desperdicio que en apariencia no tiene
nada bueno que aportar al mundo activo y se cree que son carga para la
sociedad, incluso mucha gente se sorprende de ver a personas de la tercera edad
realizando actividades físicas y de trabajo como si fuera algo imposible. Más
ingrato aún, es que se imponga a la persona una fecha de caducidad al llegar a
los sesenta años, obligándolos muchas veces a dejar sus trabajos y actividades
para que sean ocupados por alguien "más joven y capaz".
Existe hoy día muy poco respeto y poca
conciencia de los derechos que deben gozar las personas mayores. Es necesario
que la sociedad actual entienda "que el viejo sabe solo por el hecho de
ser viejo" y devolverle al adulto mayor su dignidad, reconocer y
aprovechar sus experiencias, pues aquella sociedad que no sabe darle un lugar
digno y respetable a sus viejos, muy poco podrá lograr en la búsqueda de
derechos para "otros miembros de su sociedad" por mucho que se
esmera.
Dios se representa así mismo como un viejo
solemne en Anciano de Días.
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