A
raíz del estudio titulado "Viejos Pero Con Entusiasmo Y Humor" recibí
los siguientes e-mail: "Tengo 71 años, cuando sea mayor tendré que hacer
caso de estos consejos, ja ja ja ja ja, ¡¡¡ YA TENGO POR LO MENOS 10 MINUTOS
MAS DE VIDA!!!, esto me parece que es
una de las verdades de la vida y que sin querer o darme cuenta así lo estoy
haciendo después de leer esto, se lo
aconsejare a mis amigos, esto les obligara a darme las gracias por que es una
de las cosas de la vida que tiene mucho sentido ¡¡¡ UN 10 !!!" pero
otro dijo: “Como se atreve a eso siendo usted Pastor”
La
risa y la vida... la risa y la Biblia... la risa y Dios... Cuantas veces entre
todo el conjunto de actividades que desarrollamos en el mundo y la iglesia,
tenemos presente un aspecto que es de vital importancia para nuestra salud y
santidad, que, aparte de ser agradable delante del Señor sea también
enriquecedor para el alma, que sea un bálsamo a través del cual podamos
sentirnos liberados de las angustias del día.
Regularmente
siempre leemos la Biblia para obtener un consuelo, una enseñanza, una
corrección y demás cosas; pero muchas veces quedan pequeños rescoldos en
nuestro mar de actividades y en nuestro amplio espectro de sentimientos que aun
no hemos explorado. Se nos ha ocurrido alguna ves ir a la iglesia por el simple
hecho de alegrarnos el día. Hemos alguna ves pensado en ir a reír a la iglesia,
no estoy hablando del gozo en el Señor, sino de reír a carcajada abierta,
pensando y disfrutando tan solo algo que nos haga reír.
Es
que acaso la Biblia es un libro que solamente habla del gozo por recibir algo;
con gozo me refiero a muchas alabanzas al Señor, por sus múltiples beneficios,
por su grandeza, por sus hazañas, por las cosas que hace en nuestra vida, lo
cual esta bien, pero, el solo hecho de pensar que la Biblia pudiera ser motivo
de risas nos haría ponernos a la defensiva, argumentando que la Biblia es un
libro de fe y que la fe es algo muy serio, lo cual es cierto. Pero este pasaje nos
presenta otra perspectiva.
Se
trata de la muchacha la cual de la emoción se le olvida que Pedro estaba a la
entrada de la casa, piensen por un momento. Todos los hermanos están orando por
Pedro, entregados a una atmósfera de fe y adoración; y en la puerta se
encuentra la contestación poderosa del Señor a las oraciones. Se oye como tocan
a la puerta, nuevamente tocan y por tercera ves; entre tanto una distraída
muchacha va con paso molesto a la puerta, pensando que este no era el momento
para recibir visitas, que estaban haciendo algo muy importante, lo cual era
cierto.
-
¿Quién es?
-
soy Pedro, ábranme
-
¡Pedro!
-
si, soy yo ábranme, estoy aquí
La
muchacha, atragantándose con sus propias palabras, tan solo salta de alegría al
saber que Pedro, la persona por la cual estaba orando, ¡estaba afuera!... el
Señor había contestado. Tal era su emoción y alegría que tenia que contarlo a
medio mundo, tenia que expresar toda su emoción contenida e inmediatamente fue
corriendo hasta donde estaban todos los demás.
Imaginemos
por un momento la escena, todos están entregados en oración, en un silencio
espiritual y de repente se oye un portazo y un enorme grito de emoción y todos con el alma en la boca, al unísono
detienen su oración sin siquiera decir el amen.
-
pero que te pasa muchacha! por que son esos gritos...
-
nos has pegado un enorme susto a todos
La
joven de la felicidad tan solo se limitaba a estar saltando y abrazar a medio
mundo con mil y una expresiones de contento
-
¿pero que te tiene tan feliz?
-
si cuenta, que pasa...
-
¡es Pedro!
-
en serio
-
¿pero como? Si esta en la cárcel
-
si, si, lo sé, pero esta libre, ¡ha sido liberado por el Señor!
-
en serio, que alegría
Y
todos se abrazan y alaban al Señor sumergidos en un gozo inmenso y alegría;
cuando de repente a alguien se le ocurrió preguntar... - ¿y donde esta?
¡Sorpresa!...
la muchacha con una expresión indescriptible, sale disparada hasta la puerta,
solo dejo la nubecita te humo como el correcaminos. ¡SE LE HABÍA OLVIDADO
ABRIRLE A PEDRO!
La
muchacha posiblemente pensó: ¡TRAGAME TIERRA! no sabia ni donde meterse; se
hacia bolas, se volteaba para un lado, para el otro, ¡HABÍA DEJADO A PEDRO
AFUERA!
Pasaron
días, semanas, quien sabe Dios cuanto tiempo estuvieron haciéndole bromas los
demás hermanos. Y el Pedro mismo.
¿Se
habían ustedes imaginado algún día que la Biblia les produjera risa? no gozo,
sino absoluta y desbordante risa... pero se puede, la risa existe en la Biblia,
no solo el gozo o el agradecimiento.¿Cuánto tiempo hemos pasado en nuestra iglesia
y nunca hemos disfrutado de un momento de risa? es un aspecto muy importante de
la vida cristiana, tan importante que incluso en la Biblia misma esta presente.
Siempre
he dicho que ¿quién dijo que los cristianos somos mustios? Por que dejar de
lado las risas, las bromas, las tonterías... ¿es que acaso no consideramos que
eso es parte de lo que somos? ¿la risa no puede ser parte del gozo? o más aun,
¿la risa no puede ser algo totalmente independiente del gozo?
Restringimos
a la risa a tan solo los momentos de convivencia a la hora de las comidas, pero
imaginémonos, que pasaría si la risa subiera al altar y nos comenzara a
hablar... si nos comenzara a predicar... ¿cómo cambiaría eso la forma en como
comprendemos cuando se nos expone que en el cielo habrá alegría?
La
risa o el buen humor no es algo que se improvisa para proyectar alegría o
buenas relaciones humanas, viene de lo más profundo del ser, que lo retrata
cómo es por dentro o al menos, cómo se encuentra en ese preciso momento. Y
tiene relación con la interacción entre los seres humanos.
¿Por
que todo tiene que ser tan serio? A veces hasta fúnebre; yo no creo que Dios
sea tan mal encarado. Una hermana decía que ella se imagina que Dios ha de
estar muerto de la risa cada ves que ella ora, por que cada ves que hora me
tiro unas puntadas.
Que
hermoso seria que Dios se riera de nuestras oraciones, por que las hiciéramos
con un lenguaje enteramente relajado, impregnado de las bromas cotidianas que
haríamos con un viejo amigo. Que hermoso seria que Dios se riera en nuestros
cultos, al ver que todos estamos sonriendo, disfrutando de algo gracioso en
comunión con Él.
Cuantas
personas hay necesitadas allá fuera o nosotros mismos, no de un sermón, no de
consejos, ni siquiera de un milagro; tan solo de un momento agradable. Y
lamentablemente, la iglesia es el único lugar donde unos sanos momentos de
amplias carcajadas se les niegan a los necesitados.
Ciertamente,
no lo estamos negando, todo tiene su momento y su lugar; pero nuevamente
preguntamos, ¿el templo y la hora del culto, no son ni el lugar ni la hora para
pasar un rato agradable?
Después
de estos acontecimientos, el milagro de que Pedro fue liberado y el descuido de
la muchacha, imaginémonos, cual habrá sido el sabor de boca que debieron de haber
tenido los hermanos... ¿en qué habrán
pensado mas?
Cuando
Lucas estaba escribiendo el libro de los Hechos, preguntando a Pedro y a las
demás personas implicadas en este asunto, que fue lo que estos hicieron...
tenían que contar todo, habían sido débiles y no se habían podido resistir a las risas, no de unos cuantos, sino de
todo el mundo, durante todas las épocas y hasta que el mundo se acabe. se
hablara de la pincelada de esta muchacha... porque eso es parte de la palabra
de Dios.
Que
el Señor nos bendiga y que haga brotar nuestras más placenteras carcajadas, de
ser posible, aquí, con Él; y que no publiquen en un libro sagrado nuestras
burradas.
Esa
expresión tan natural entre los humanos, alegre y sanadora es un proceso
emocional psicomotor no tan fácil de definir, pero sí muy necesario para estar
y sentirse bien.
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