El envejecimiento social se refiere a los
cambios en los roles y relaciones de las personas en una sociedad a medida que
envejecen. El envejecimiento social y la visión del proceso de envejecimiento,
tanto difieren en distintas culturas, como con el tiempo.
Hace unas décadas, los gerontólogos
sociales comenzaron a explicar cómo y por qué se produce el proceso de
envejecimiento en las sociedades. Estas explicaciones, resumidas en Teorías,
tienen sus ventajas y deficiencias, pero nos ayudan a entender los patrones de
envejecimiento social.
La teoría funcionalista o interaccionista
social asume que todas las sociedades deben encontrar maneras para que las
personas mayores den paso a las personas más jóvenes. Por lo tanto esta
sociedad estimula a sus ancianos a retirarse de sus funciones para asumir roles
más adecuados a su deterioro físico y mental. De esta manera, una sociedad
efectúa una transición sin problemas de sus ancianos en un nuevo estilo de vida
más sedentario y asegura que sus funciones anteriores se llevarán a cabo por
una generación más joven que es probablemente más capaz de llevar a cabo estas
funciones. Puesto que la teoría de retirada asume el envejecimiento social,
conserva una estabilidad social que una sociedad necesita para asegurar la
retirada que se produce; a menudo se considera una explicación funcionalista
del proceso de envejecimiento.
Un problema crítico con esta teoría es que
asume que las personas mayores ya no son capaces de realizar adecuadamente sus
funciones anteriores. Como hemos visto, sin embargo, las personas mayores en
muchas sociedades siguen desempeñando sus funciones anteriores bastante bien.
Si bien es cierto que la sociedad puede sufrir si sus ancianos desacoplan, ya
que pierde su visión y sabiduría, también es cierto que muchos ancianos no
pueden darse el lujo de retirarse de sus funciones anteriores: si salen de sus
puestos de trabajo, están dejando las fuentes necesarias de sus ingresos y
otros roles.
Hoy la mayoría de los gerontólogos
sociales prefieren teoría de la actividad, la que supone que las personas
mayores se benefician a sí mismos y a su sociedad si permanecen activas y
tratan de seguir desempeñando las funciones que tenían antes de que envejecer.
Como desempeñan sus papeles y su percepción de las situaciones que están
experimentando, es crucial para la percepción de su envejecimiento y por lo
tanto a su autoestima y otros aspectos de su bienestar psicológico. Debido a
esto, la teoría de la actividad se centra en el individuo y su percepción del
proceso de envejecimiento, por lo que a menudo se considera como una
explicación del interaccionismo social del envejecimiento social.
Una crítica de la teoría de la actividad
es que su valoración de la capacidad de las personas mayores a mantener su
nivel de actividad es demasiado optimista: aunque algunos ancianos pueden
permanecer activos, otros no pueden. Otra crítica es que la teoría de la
actividad es demasiado individualista, ya que obliga a modificar las barreras
tradicionalista con las que muchas sociedades ejercen para un “envejecimiento
exitoso”.
Algunos ancianos son menos capaces de
permanecer activos a causa de su pobreza, el género y la clase social, ya que
estas y otras condiciones estructurales pueden afectar negativamente a su salud
física y mental.
Las explicaciones de envejecimiento
basadas en la teoría del conflicto, ponen esta teoría a la vanguardia de sus
análisis. A la teoría del conflicto le son significativos hechos como la
discriminación por edad o puntos de vista negativos sobre la vejez, el
prejuicio y la discriminación contra las personas de edad. De acuerdo con este
punto de vista, los trabajadores de más edad se devalúan por lo que ya no son
económicamente productivos y porque sus salarios más altos (debido a su
antigüedad laboral), beneficios para la salud, y otros costos en que van en
contra de las ganancias capitalistas. La teoría del conflicto también hace
hincapié en la desigualdad entre las personas de edad a lo largo de su género,
raza, origen étnico y los segmentos de clase social. Como reflejos de estas
desigualdades en la sociedad en general, algunos de los ancianos son muy ricos,
pero otros son muy pobres.
Una crítica de la teoría del conflicto es
que se culpa a la discriminación por edad en las economías modernas,
capitalistas. Como hemos visto, existen también opiniones negativas de los
ancianos en las sociedades preindustriales, aunque los puntos de vista allí en
general suelen ser más positiva que en sus contrapartes modernas.
Las pregunta clave es: ¿Qué teoría del
envejecimiento, teoría funcionalista, teoría de la actividad o el conflicto,
tiene más sentido para usted? ¿Por qué?
La importancia de darnos una respuesta en
este momento, radica en que las sociedades en el ámbito mundial, unas mas que
otras, están aumentando su población de mayor edad y este aumento genera una
presión social que si no es debidamente canalizada, tratada y desarrollada,
puede degenerar en un conflicto social; tan solo habría de ponernos a pensar en
cuantas personas adultas mayores mueren silenciosamente en los hospitales,
hogares y calles de nuestras ciudades, por la falta de una verdadera política
para este segmento social.
El sol no puede taparse con un dedo y esta
verdad tampoco... pensemos.
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