Déjame hacerte algunas preguntas. ¿Estabas esperando algo en estas pasadas
fiestas de fin de año? ¿Estas anhelando
algo? ¿Qué esperas recibir?
Una de las verdades más duras de la vida
cristiana es que Dios no obra de acuerdo con nuestro calendario, pero de Si de
acuerdo al de El. A veces Dios no
parece estar funcionando en absoluto, pero lo esta. Esperar algo bueno por venir es difícil ... y no sólo para los
niños. Los adultos pueden tener
dificultades para esperar las cosas buenas por venir también y no digamos
cuando ya somos adultos mayores.
¿Cuándo fue la última vez que se vieron
obligados a sentarse y esperar en algo?
En lo personal, se hace muy difícil soportar la espera. No lo hago muy bien en la clínica del médico
o las salas de emergencias del hospital. Yo no soy un bueno para esperar, pero
comprendo, acepto y me resigno porque a veces Dios nos hace esperar.
Pero si se una cosa y lo comparto contigo:
Dios da buenas cosas a los viejos que saben esperar, lo anhelado en toda una
larga vida, cuando ya se ve imposible de obtenerlo, Dios te lo puede dar y sino
basta leer sobre Abraham.
A veces martirizamos o maltratamos a los
que nos rodean porque no buscan con el ahínco que uno lo hace la obtención de
aquel fruto esperado, pero Dios trata con cada uno de forma personal, en otras
palabras nos da atención personalizada. En el caso de Abraham, en Sara, su
esposa, antes de que le naciera este hijo no podemos hallar el menor rasgo de
fe en ella. La hallamos riendo en su incredulidad y es la firme fe de Abraham
la que la induce a creer. Por lo que sabemos o deducimos que Abraham tenia una
fe contagiosa. ¿Cómo esta la tuya?,
Por otro lado esta Ana que llegó a ser
madre por fe. Se nos presenta en el relato como una mujer estéril. Luego pasó a
ser madre y con ello se completa su papel.
No se puede decir que el marido de Ana
ejercía una influencia similar a la de Abraham en su esposa. No cabe duda que
era un buen hombre. Iba a Silo a adorar en el santuario cada. Para Elcana el
problema de Ana era su esterilidad. Y lo enfocaba desde un punto estrictamente
psicológico: «Ana, ¿por qué lloras?... ¿No te soy yo mejor que diez hijos?» No
vemos en parte alguna que tuviera una fe firme. Se resignaba fácilmente a la
condición de Ana. No participaba en la lucha de la oración con Dios, como hacía
Abraham. No ponemos en duda que oraría de vez en cuando: «Señor, dale a Ana mi
querida esposa un hijo.» Pero estas oraciones generales no implican un
conflicto profundo para el alma y muchas veces quedan sin contestar.
Por otra parte, Ana tenía una concepción
clara de que Dios podía concederle un hijo. Nuestra generación tiende a confiar
en la ciencia en circunstancias similares, olvidando que es Dios quien rige los
destinos de los hombres. Para Ana todo se reducía a un problema de fe. El hijo
tenía que serle dado por Dios.
¿Por qué no reduces tus problemas a un
problema de fe? Dios proveerá y punto. Dios dará y punto. Dios sanara y
punto... Dios debe ser todo para ti.
Muchas veces cuando tratamos de resolver
nuestros problemas a nuestra manera y en nuestras fuerzas las cosas no resultan
y en el peor de los casos perdemos de vista la objetividad y hacemos unos
papelones en la vida y todo por no saber esperar.
Para una ilustración de lo anterior de
traslado la siguiente anécdota:
Un grupo de viajeros se vieron obligados a
esperar en su avión, que se retrasó debido a otro vuelo que fue cancelado. La
multitud se volvió más impaciente y el tiempo seguía y seguía. Por último, un pasajero enojado se salió de
la línea y se posesiono del primer lugar de ella, dio un boleto hacia abajo y
dijo: "Tengo que estar en este vuelo y el boleto que tengo es para estar
en primera clase."
El asistente de vuelo, tratando de ser
amable, dijo: "Señor, nos pondremos en contacto con usted lo antes
posible, pero hay que esperar en la cola como todos los demás.
"Él se apresuró a decir:"
Señora, ¿tiene usted alguna idea de quién soy yo? "Sin pestañear, ella
sonrió, tomó su micrófono y dijo: "Tenemos aquí a un pasajero en la puerta
que no sabe quién es. Si alguien puede ayudar a encontrar su identidad, por
favor venga a la puerta 17 ".
El cristiano debe envejecer con Dios en la
mente, con todo el entusiasmo que él o ella pueda reunir. Con una gran esperanza de los cielos.
Debemos de hacer las cosas que aun podemos
diligentemente hacer, Gios no nos llamara mientras el no vea terminada nuestra
obra a la que nos mando a construir en este mundo.
Todos estamos envejeciendo.
Tal vez usted es joven ahora, pero un día,
salvo alguna circunstancia trágica, usted será muy, pero muy viejo.
Eclesiastés 12:1 dice: " Acuérdate de tu Creador en los días de tu
juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales
digas: No tengo en ellos contentamiento;"
Tal vez usted es viejo y ha renunciado a
los esfuerzos espirituales. Pasa los días ahí solo, absorto en sus
pensamientos, pensando que ya son sus últimos años. Se pone mal humorado, si le
hablan... gruñe y lo peor de todo es que esta dejando pasar el tiempo porque
cree que ya nada puede esperar y no se da cuenta que esta ahí vegetalizándose
esperando solamente la muerte.
Si estas así déjame decirte que ¿Para que
esperas la muerte? Si ya moriste. Leísteis bien... Ya moriste. Y no existe cosa
peor para el hombre o la mujer que haber muerto en vida.
Tengamos presente que todo lo que Dios
permite tiene el propósito de hacernos más a su imagen, espiritualmente más
maduros y el de tratar nuestro carácter para que crezcamos; todo esto a pesar
de nuestros errores y pecados que lleguemos a cometer. Esto quiere decir que,
nuestros errores y pecados nunca van a frustrar el plan de Dios. Si Dios ya lo
dispuso, Él lo hará a pesar de las fallas que cometamos.
Hay muchos días por delante, muchas cosas
aun que esperar, por lo mucho que nos falta de ver y hacer en nuestras
vidas. Mantenga su cuerpo ágil para que
no se quede atascado en un solo lugar.
Pero también, aprenda a sentarse en silencio. Mire la puesta del sol.
Mantenga su mente despierta para aprender a pintar. Déjese divertirse.
Sus días y mas edad llegará antes de lo
que nunca va a creer posible. Así que
tome el nacer de cada día, con sus momentos preciosos, como estos momentos en
que lee.
Agradezca a Dios cada respiración, cada
día soleado, cada gran película, cada comida que da vida, el sueño de cada
noche buena, toda obra de arte, la aventura y desventura. Todo esto y mucho mas
nos da Dios a toda edad, entonces seamos viejos sabios y entendamos que tenemos
aun mucho que esperar por lo mucho que ha de venir.
Si eres joven, abrázame en tu corazón,
porque mi joven amigo, yo soy más sabio que tú. He vivido mas que tu vida y sé que lo que más importa al final es
saber esperar.
Aun los viejos a igual que cuando jóvenes,
tienen una oportunidad de servir a Dios,
Jesús nos exhorta a: "Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la
corona de la vida" (Apocalipsis 2:10).
Amigo: ¿estás madurando en el Señor o sólo estás envejeciendo?, si solo
estas envejeciendo, entonces eres una muerto en vida.
Dios tiene lo mejor para el final, tan
solo tengamos paciencia y aprendamos a esperar trabajando para su obra...
Todo
porque: Aun De Viejo Hay Que Saber Esperar
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