Muchas veces me han pedido dar mensajes
diseñados para los jóvenes, para hombres, para mujeres, etc. pero estoy seguro,
después de pensarlo, que jamás en mi vida me han dicho, “es una reunión de viejos, por favor dé un mensaje para ellos.”
Sin embargo, la Biblia da consejo para los viejos a igual como para los
jóvenes. Platiquemos hoy de algunos de ellos.
Es indiscutible que cada uno de
nosotros somos arquitectos de nuestro propio futuro, es decir que somos
nosotros quienes decidimos lo que queremos para nosotros mismos para dentro de
algunas semanas, meses o años.
Dios ha dotado a cada uno de nosotros
de un libre albedrío, en pocas palabras tienes una libre decisión así como la
tuvieron Adán y Eva un día, tu también tienes la decisión de hacer lo correcto
para tu vida o hacer lo incorrecto, no importando tu edad.
Innumerable veces tomamos decisiones
sin darnos cuenta que estas afectaran nuestro futuro, ya sea para bien o para
mal, pero lo que sí te puedo asegurar es que eres tu quien dicta como quieres
vivir el futuro, Dios te da la oportunidad que lo tomes en cuenta antes de dar
algún paso, pero al fin y al cabo somos nosotros quienes decidimos seguir la
voluntad de Dios o dejarnos llevar por nuestra voluntad, de ahí podemos
observar los resultados que obtendremos en nuestra vida.
Hablar de recomendaciones, es hablar de
consejos y talvez te preguntaras: ¿y este Pastor Saúl quien es para darme
consejos?
Déjame responderte, yo creo que a veces
son muy útil aquellos consejos de una persona que tiene experiencia, que ha
vivido muchas cosas y como no es una persona muy cercana a ti, entonces es un
consejo más neutral, objetivo y te permite ver con más claridad tu realidad.
Porque muchas veces la persona que te ama te dará siempre un consejo que
quieras o te guste escuchar, mientras que la otra persona, no lo hará, se
basará más en su experiencia y percepción de la situación para aconsejarte.
Por otro lado en repetidas ocasiones me
he puesto a pensar que hubiera sido de mi destino actual si en diferentes
momentos de mi pasado hubiese tomado decisiones diferentes, pues hoy con la
experiencia que la vida me ha dado, puedo fácilmente notar que me equivoqué
muchas veces.
Ahora cuando pienso que puedo ser útil
para los de 55ymás, en una lucha reivindicativa ante la sociedad, también
pienso en mi, como parte de ese segmento generacional y veo atrás cuantos
negocios fallidos, malas inversiones, decepciones evitables, la posibilidad de
cambios radicales de vida, etc. Hoy miro hacia atrás y me doy cuenta que un día
vivido hace 20 años parece que fue ayer.
El Apóstol Santiago 4:14 escribió
“Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿Qué es vuestra vida? Ciertamente
es neblina que se aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece”.
¿Cuántas veces no hemos escuchado o
dicho la expresión: "la vida pasa volando" y adicionalmente,
"solo se vive una vez"? o talvez habrá dicho “Si hubiera tenido la
experiencia que tengo ahora”. Pero bueno, así nos hizo Dios, Él ha querido que
nadie venga a este mundo con experiencia, sino que la adquiera poco a poco a lo
largo de toda su vida, hasta el ultimo minuto final de ella y debo reconocer
que día a día hay oportunidades de aprender más y más.
Se cuenta la historia de un maestro,
quien tenía en su clase un alumno aventajado. Este muchacho llegó a creer que
su sabiduría superaba a la de su maestro. Un día vio a su maestro enseñar a un
grupo de niños sobre la creación del universo. El joven criticó al maestro
diciéndole: ¿Por qué pierdes el tiempo enseñando a unos niños que solo saben
jugar? En otra ocasión, el joven vio que el maestro explicaba a una campesina
sobre la gracia de Dios. De nuevo el alumno cuestionó al maestro, ¿Por qué
pierdes el tiempo hablando de conocimiento bíblico a una mujer que solamente
sabe arar la tierra? Una tarde el joven vio al maestro lijando parte de una
rama de un árbol. Intrigado preguntó al maestro qué estaba haciendo. “Estoy
haciendo una buena vara”. Maestro definitivamente te gusta perder el tiempo. Es
más fácil cortar una pequeña rama y lijarla que hacerlo con esa gruesa rama. El
maestro sonríe, es que necesito una vara bien gruesa para educar a un alumno
que cree saber todo y sintiéndose superior a los demás, demuestra que es un
necio.
De esta historia la podemos resumir
diciendo: El buen alumno no es aquel que supera al maestro, sino el que
aprovecha el tiempo para escuchar la enseñanza y aplicarla en su vida sirviendo
a los demás.
Y Tu... ahora a tu edad... ¿Cómo has
sido?, sea como sea considera estos consejos:
1. No trate de presentarse como joven
cuando no lo es. No hay nada más ridículo que el ver a las abuelas en
minifaldas con caras cubiertas de varias manos de pintura y crema las cuales
tratan de esconder lo obvio, ¡que hay algunas arrugas! (¡Y los varones pueden
hacer cosas parecidas!) Aunque no es malo arreglarse y procurar la belleza con
dignidad (y creo que los cosméticos usados en moderación pueden ayudar a las
hermanas a alcanzar esta meta), la obsesión con el presentarnos al mundo como
si tuviéramos 30 años menos que los actuales, demuestra una inconformidad que
es incompatible con el contentamiento que la Biblia manda en textos como 1
Timoteo 6:6-8 y Filipenses 4:11-13. Aunque estos textos se aplican directamente
a la conformidad con nuestra situación económica también pueden ser aplicados
indirectamente a la aceptación del proceso natural de envejecimiento
2. Disfrute la vida que Dios le ha dado
– Pablo era ya anciano cuando escribió “Regocijaos en el Señor siempre, Otra vez
os digo regocijaos” (Filipenses 4:4).
Da pena ver a viejos deprimidos que se
han rendido con la vida y no tienen otro deseo sino el dormir, quizás ver
algunas telenovelas en casa y salir poco de la casa. Aunque requiere esfuerzo,
los ancianos cristianos deben esforzarse en salir y vivir, asistiendo a todas
las reuniones que puedan asistir, visitando a enfermos y sirviendo a los
hermanos mientras puedan. Si su salud no permite que salgan, pueden leer la
palabra de Dios en su casa, invitar a los hermanos a visitarlos y hablarles de
la palabra y de la esperanza que Dios nos ha dado.
3. Gócese con las bendiciones que
acompañan su edad – La bendición más grande que nos llega con la edad es la
sabiduría que acompaña la experiencia. Me han preguntado si me gustaría volver
a tener 20 años. Mi respuesta es que si pudiera volver a tener 20 años con la
experiencia que tengo ahora con mis 63, lo haría. Pero es imposible. La
experiencia solamente viene con la edad. Por esta razón Dios quiere que los de
edad enseñen a los jóvenes (Tito 2:3).
4. Evite los pecados que acompañan la
edad. Tal como hay pasiones juveniles (2 Timoteo 2:22) hay algunas tentaciones
que afectan a los ancianos en particular. Pablo hace alusión a algunas de ellas
en Tito 2.
El no ser sano en amor y paciencia (Tito 2:2) – Cuando las
aflicciones de la edad comienzan a agobiarnos es fácil dejar que dos actitudes
no sanas nos apoderen:
a- El enredarse en preocupaciones acerca de nosotros
mismos, el hablar continuamente con todo el mundo acerca de nuestras visitas a
los médicos, nuestros dolores y nuestros problemas. Porque cuando estamos tan
enredados en nosotros mismos, dejamos de ser amorosos. El amor es preocuparse
principalmente por otros.
b- Todo nos molesta: los niños y jóvenes, la política, los
cónyuges, etc. Si no tenemos cuidado podemos llegar a ser como viejos
refunfuñones, criticando a todos y siempre enojados con el mundo. Dios nos
quiere sanos en amor y paciencia.
Otro problema es el ser esclavo del
vino (y de drogas “para los nervios”) (Tito 2:3) – A veces los médicos recetan
drogas para el dolor y los nervios las cuales pueden ser útiles y necesarias en
ciertas circunstancias pero que también pueden llegar a ser nuestros amos.
5. Añore el cielo – Por más años que
tengamos, más cerca estamos al cielo, nuestro hogar eterno “… Ahora está más
cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos” (Romanos 13:11). Esta
verdad debe llenar a los ancianos con anticipación y entusiasmo. Aunque es
verdad que el cruzar el río de la muerte muchas veces no es nada agradable,
Dios nos dará la fuerza para hacerlo y al otro lado del río, hay bendiciones
que no podemos captar ni imaginar, bendiciones y maravillas que ojos humanos
jamás vieron, ni verán.
“Por tanto, no desmayamos; antes aunque
este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se
renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en
nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria.” (2 Corintios 4:16,
17).
Que Dios nos ayude a tener esta fe y
confianza para que el alcanzar los 55ymás de edad no nos atrape la depresión,
sino la esperanza, la fe y los años más fructíferos de nuestras vidas.
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