Debemos de aprender porque... Oseas 4:6 "...pues por falta de
conocimiento mi pueblo ha sido destruido. Puesto que rechazaste el
conocimiento, yo también te rechazo como mi sacerdote. Ya que te olvidaste de
la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos”
El envejecimiento es un proceso que se vive desde el nacimiento y se
caracteriza por diferentes cambios en niveles físicos, mentales, individuales y
colectivos. Estos cambios definen a las personas cuando ya están mayores, pero
se debe ver como un proceso natural, inevitable y no necesariamente ligado a
estereotipos; han de verse y aceptarse, como una etapa de la vida apta para
“crecer y continuar aprendiendo”.
Hablando desde una perspectiva biológica, encontramos que en el
envejecimiento todos los sistemas fisiológicos como el cardiorrespiratorio,
osteomuscular, renal, y las capacidades intelectuales, cognitivas y
psicológicas empiezan a declinar.
El envejecimiento involucra cambios como el descenso progresivo de los
valores máximos de rendimiento fisiológico, disminución del número de células y
cambios atróficos entre otros.
En otras palabras, el envejecimiento es el conjunto de
transformaciones y/o cambios que aparecen en el individuo a lo largo de la
vida; es la consecuencia de la acción del tiempo sobre los seres vivos. Los
cambios son bioquímicos, fisiológicos, morfológicos, sociales, sicológicos y
funcionales”.
Las definiciones anteriores plantean la necesidad de ver el envejecimiento
desde diferentes perspectivas. Existen enfoques para describirlo:
a)
Enfoque biológico:
El envejecimiento aquí se define como un proceso asociado a la
disminución de la eficiencia del funcionamiento orgánico que lleva a la muerte.
Se refiere específicamente a la disminución de las funciones
fisiológicas que se presentan en la vejez debido al deterioro orgánico. A
partir de allí se define un envejecimiento primario y uno secundario.
El envejecimiento primario se enfoca en la herencia, en la cual, a
pesar de los factores que influyen como las enfermedades o traumas, también hay
cambios inevitables que se dan con el paso del tiempo, aunque a ritmos
diferentes entre personas. El envejecimiento secundario, por su parte, se
refiere a la pérdida de las capacidades ocasionada por los traumas, caídas o
enfermedades.
Desafortunadamente la mayoría de estas definiciones, desde la
perspectiva biológica, tienden a caracterizar al individuo a favor del declive
del cuerpo humano con un término ligado a la muerte.
b)
Enfoque demográfico:
Al referirnos a la vejez dentro de una perspectiva demográfica,
consideramos la diferencia entre los grupos de tercera y cuarta edad, la cual
consiste en que la primera etapa comprende desde los 60 años, hasta que se
pierde la independencia aproximadamente a los 80 años; a partir de allí se
considera como cuarta edad o longevidad.
Dentro de esta perspectiva también es importante tener en cuenta la
transición demográfica que se presenta en la actualidad, pues la pirámide
poblacional cambia a razón del aumento de la esperanza de vida.
También cabe anotar que la longevidad de las mujeres es mayor respecto
a la de los hombres debido a diversos factores tanto fisiológicos (fisiología
hormonal y protectora contra enfermedades crónicas) como sociales (trabajos de
alto riesgo que principalmente son realizados por hombres).
c)
Enfoque socioeconómico:
Casi siempre, el envejecimiento está asociado a la jubilación y se
analiza económicamente desde una perspectiva donde las personas mayores
terminan su ciclo productivo de vida. Esta situación lleva a un conflicto en
las personas mayores debido a que sus ingresos disminuyen o son nulos; al año
2016, por ejemplo, sólo una pequeña parte de la población (30%) estaba pensionada
y esto determina su posición social, la calidad y acceso a la salud, el mantenimiento
de su vivienda y sus relaciones sociales.
Desde otro punto de vista, es necesario tener en cuenta que debido al
aumento de la población de personas mayores y a la incidencia y prevalencia de
enfermedades crónicas en ellas, los sistemas de salud y pensiones no están preparados
para asumir la sobrecarga y han influenciado drásticamente las garantías de
derechos y la calidad de vida de las personas mayores.
d)
Enfoque sociocultural:
La organización jerárquica de cada sociedad tiene un comportamiento
diferente según su cultura y sus desarrollos particulares. Por ejemplo, en las
tribus indígenas y en Oriente la persona mayor cumple un papel importante en la
sociedad debido a su sabiduría, experiencia y la edad por sí misma es símbolo
de respeto. Sin embargo, principalmente en Occidente la persona mayor ha
perdido el valor moral que se merece debido a la multiplicidad de estereotipos
y a la concepción biologista que tacha a la persona mayor como sinónimo de
declive, pérdida e improductividad.
Existen varias teorías sociales que tratan de explicar el proceso del
envejecimiento. Algunas hablan del valor de la persona mayor a pesar de su
disminución de la capacidad funcional debido a que cumplen una función
importante dentro de la sociedad; otras se enfocan en la satisfacción o en los
cambios de roles que aparecen con la jubilación, dependiendo de la cantidad y
del tipo de actividades que realicen.
e)
Enfoque familiar:
Las personas mayores deben enfrentar la situación donde los hijos
adquieren un hogar propio y dejan su casa materna, por lo tanto, tienden a
vivir solos; problemática que es agravada por la feminización de la viudez. Sin
embargo, si viven en el núcleo familiar de sus hijos, se sienten discriminados
y poco útiles.
Por lo anterior, hay quienes plantean la necesidad de formar núcleos
familiares donde se adquieran fórmulas de convivencia y vinculación
interfamiliar de las personas mayores, y además resalta la importancia del
apoyo de vecinos y redes de amigos que ayudan a disminuir el aislamiento y la
soledad.
Continua la próxima semana…
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