Reflexionando sobre partes bíblicas, yo no sé cómo se
sentían Zacarías e Isabel, pero sí sé que sabían que el tiempo pasaba y pasaba
rápidamente. Ya ellos habían perdido su oportunidad de tener un hijo. Ese era
su sueño. Se habían hecho en el paso de los años mas viejos. El tiempo les
había pasado, ha igual como nos superara a todos. Ellos siempre fueron fieles a
Dios, pero Dios no parecía tener planes para ellos. Y cuando menos ya lo
esperaban fueron sorprendidos; sorprendidos por el hecho de que Dios todavía
tenía algunos planes maravillosos para ellos.
No importa cuántos años han pasado o lo
insignificante que te sientas, Dios no ha terminado contigo todavía. El tiene
algo todavía para ti.
A mis 65 años, miro a mi congregación y
veo a los hombres y mujeres que pensaba que se hubiesen retirado. Algunos ya no
están, ya el Señor los llamo a su compañía en la mansión celestial, aquí
estuvieron y dejaron huella, llegamos a conocerlos y tenemos la certeza de
saber donde están.
En este momento, reflexiono que de todos
los que ya están con Dios, todos eran ya ancianos, todo un grupo que lucho con
lo que tenían en la construcción y mantenimiento de esta obra de Dios. Un grupo
que ahora están juntos en el cielo.
Todos ellos viejos... trabajaron por la
iglesia con ahínco hasta el ultimo momento. No hay teología de la jubilación en
la Biblia. Todavía somos seguidores de Jesucristo, no importa la edad que
tengamos. Tú y yo estamos destinados a ser obreros de Dios, si somos un
adolescente como María o de la tercera edad, como Zacarías e Isabel. El ejemplo
de Isabel y Zacarías lo hace muy claro que Dios no tiene viejas glorias. Esta
historia es una palabra para los ancianos. Dios no ha terminado contigo
todavía.
Su verdad es eterna. Si su experiencia es
como la mía, a veces parece que Dios nos ha dejado solos, mas cuando nos toca
hacer frente a las tormentas de diferentes índoles, que en ocasiones soplan
sobre nosotros. Las finanzas no cubren los gastos. El cansancio en estas
pruebas de esfuerzo, nos recuerda que este cuerpo humano se gastará. Estas
cosas pasan para todos nosotros. Y podemos sentirnos muy solos. Incluso Jesús,
mientras colgaba en la cruz, exclamó consternado que El. en ese momento, se
sentía solo y abandonado por Dios.
Pero tan cierto como después de la
oscuridad de la medianoche viene un nuevo amanecer, también en nuestra vida
podemos pasar por dificultades, sabiendo que el nuevo día viene y con el, las
misericordias de Dios.
Jesús dijo que siempre estaría con
nosotros contra viento y marea. Cuando las cosas se ven con fe y esperanza, y
cuando no hay luz en absoluto en la oscuridad de nuestras vidas. Cuando el
cáncer está en remisión total y cuando es inoperable. Cuando estamos rodeados
de la familia y parece que a nadie le importamos lo suficiente como para
llamar. Dios está con nosotros en toda la vida.
A veces él se sienta como un amigo
tranquilo y comparte nuestras lágrimas. A veces tiene que bailar con nosotros
en la alegría. A veces se nos levanta y nos lleva por el camino. A veces creo
que incluso nos golpea en la cabeza con un palo, sólo para llamar nuestra
atención. Pero puedes estar seguro de que nuestro Dios amoroso y redentor está
siempre con nosotros.
Si lo amamos, él está con nosotros. Si le
maldecimos, él está con nosotros. Si gritamos que nos ha abandonado, él está
con nosotros. El amor, que no va a dejar que me vaya es mi himno favorito. Probablemente porque necesito ser recordado
una y otra vez.
Todos los días, son de sorpresas y cosas
que quitan el aliento. De hecho, toda la vida puede ser. ¿No crees que es una
buena cosa? La mayoría de nosotros deberíamos aprender a medir nuestras vidas
por las respiraciones que tomamos. Son esos momentos de estupor y asombro,
cuando de repente la atención se deja llevar, que Dios nos pilla por sorpresa.
Él nos deja sin aliento.
El único problema es que algunos de
nosotros estamos acomodados por tradiciones religiosas. Eso había sucedido casi
a Zacarías e Isabel. Eran buenas personas. La Biblia dice: "Ambos eran
justos delante de Dios, viviendo en integridad según todos los mandamientos y
preceptos del Señor" ( Lucas 1:06 ). Ahora que es el perfil de una persona
muy religiosa. Pasaron por todos los movimientos correctos. Ellos obedecieron
la ley. Ellos fueron fieles en la adoración. Ellos oraron fervientemente a
Dios.
Es posible establecer una rutina religiosa
a tal grado que a Dios se le haga difícil conseguir nuestra atención. ¿Qué
sucedería en una mañana de domingo, si Jesús literalmente caminara por el
pasillo central de tu iglesia y se sentara en la última silla esperándonos. Me
pregunto lo reconocieras.
Lo más probable, es que estarías sumamente
ocupado con la alabanza o quizas danzando, eso si danzas, pero ahí en la silla
Jesús esta queriendo hablar contigo... Tengo que admitir que 99.99% de seguro
que no lo atenderíamos, pues obramos religiosamente y la última cosa que
queremos es tener un visitante que quiera interrumpir nuestra orden de culto.
Ahora, me doy cuenta de que es muy poco
probable que me encuentre a Jesús físicamente en el transcurso de un culto. El
hecho es, sin embargo, que Jesucristo está en ese lugar, en la presencia de su
Espíritu Santo. Jesucristo, el propio Dios del universo, es un observador
activo de todo lo que está pasando en mi y en ti. Él conoce cada pensamiento.
Observa nuestros bostezos. Él conoce nuestros miedos. Él está preocupado por
los problemas de salud, las necesidades financieras y profunda soledad, dolor
que marca la existencia de algunos. Lo que sea, él es consciente de ello. Y Él
quiere que le entreguemos nuestras necesidades. Él nos quiere sorprender con su
alegría.
¿Qué has estado orando recientemente? Haga
de sus oraciones un acto atrevido, reanude y pida lo creas imposible, nuestro
Dios, es el Dios de los imposibles.
Imagínese cuántas veces Zacarías e Isabel
habían orado por un niño. Y ya viejos, entonces, ven asombrados que fue
contestada su oración, no en su momento, sino de Dios. Vale la pena descansar
en Dios... HAS LA PRUEBA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario