Gracias
Dios, Por tus bendiciones, por este nuevo día... Gracias Dios. Por lo vida y
por tantas alegrías .... Gracias Dios. También por las penas y las pruebas
recibidas pues me acercan a TI más cada día... En tus manos encomiendo mi vida,
mi familia, mi trabajo y mi cansancio... En tus manos dejo mis problemas, mis
dudas, mis derrotas y fracasos... Hazme fuerte, hazme fiel a Ti, hazme confiar
y vivir con alegría sabiendo que en TI todo está en buenas manos...
Gracias
Dios... En tus manos encomiendo mi vida cada día !
El sol está subiendo, lanzando un débil
resplandor sobre el parque de Antiguo Cuscatlan en El Salvador, lugar donde
resido. Los perros y sus propietarios han salido a correr para realizar sus
ejercicios y yo sentado en una silla a la orilla del patio de la casa, que por
estar en alto tiene una privilegiada vista, haciendo mis reflexiones.
¿Estoy completamente perdiendo mi tiempo?
No, yo no podría estar más feliz. Tengo 64 años y quiero envejecer tratando de
desafiar las probabilidades. Quiero seguir sirviendo a Dios. Tengo que ser
capaz de viajar mucho, llevar a como sea la realización de mi rol, como pastor,
padre y esposo.
En resumen, estoy tratando de conseguir
vivir ya de viejo de la mejor manera que puedo, y para mí eso significa
empujándome a mí mismo y probando mis límites. También hago cosas locas, como
soñar e imaginarme como será el cielo, quienes estaremos ahí y si Dios siempre
vestirá de blanco.
He estado trabajando por ya casi dos años
continuos, en el mensaje semanal para los mayores de 55 años para apoyar las
actitudes francas de los diferentes estratos sociales para el entendimiento,
consideración y una nueva visión sobre el envejecimiento y vivir mejor.
Queremos ayudar a inspirar a la gente de
todas las edades a redefinir lo que significa envejecer, para romper las normas
sociales impuestas por aquellos que aun no han pasado esa experiencia, por las
limitaciones de la sociedad, y descubrir una mejor calidad de vida en todas las
edades.
Una encuesta de 1.000 personas encargada
por Pfizer, encontró que menos de la mitad se sienten muy cómodos haciéndose
viejos o muy cómodos y seguros sobre su futuro. El cuarenta por ciento que se
siente ser viejo, sientes temor a los problemas de salud que esta edad se
potencian, como también aumentan las preocupaciones financieras. Alrededor de
los 40 años, la gente empieza a poner la salud física por encima de la
independencia, la sabiduría y la riqueza. Sin embargo, la mayoría de las personas
no se sienten satisfecha de su salud física actual.
Creo que el envejecimiento es más que la
pérdida de capacidades físicas. También es un estrechamiento gradual de los
intereses y la capacidad mental. Mi consejo es seguir desafiantes al tiempo, a lo
que este por venir, mediante la adopción de nuevos derroteros, conductas y
metas. He empezado a ir a los museos de arte virtuales, para disfrutar del
arte, ya no limitar mi tiempo para la tradicional manera de vivir.
En el trabajo eclesiástico, he iniciado a
entregar la iglesia a un nuevo pastor joven, no es que me vaya a retirar, no,
es que debo de tener tiempos nuevos para experimentar nuevas maneras de
encontrarme con Dios. Me parece sumamente estimulante e importante para mi
seguir sirviendo a Dios, pero quiero encontrar nuevas formas, acordes a mi edad
y no necesariamente las recomendadas hasta hoy, en fin deseo enfrentar un nuevo
desafío. Al mismo tiempo, me encuentro realizando algunas tareas, no
tradicionales para asegurarme de evitar el estrés, tan frecuente como en
cualquier otra persona.
Me niego a mostrar plenamente mis
cabellos, ahora casi todos platinados, no, la mayoría me los mira como hace 20
años gracias a las maravillas del tinte. Estoy feliz de tener pelo; aun cuando
tengo una generosa calvicie en la parte superior que la disimulo con el
peinado. Y no voy a cambiar de mis camisas de tipo polo, que a pesar de que
siempre mantengo la formal que cuelga en su percha para la seriedad que
requiere uno que otro acto social.
Tenga presente que una parte del
envejecimiento no está bajo su control. Lo entendí tan pronto como me resulto
la presión alta y fui declarado hipertenso desde hace dos años, en un principio
me daba miedo por la posible mortalidad y más tarde, los efectos secundarios adicionales.
Les puedo decir que abordar el problema de frente a través de conversaciones
sinceras con mi esposa y el medico, el someterme a un nuevo régimen entendiendo
que esto es parte de una nueva etapa de la vida y luego seguir adelante con el
resto de mi vida, fue la lección más importante que he aprendido. Usted trabaja
duro pero no se puede vivir para trabajar. Usted vive para amar, para reír,
para dar y para criar a la próxima generación con valores fuertes.
No importa lo que este pasando, siempre
existe un propósito de Dios para con nosotros, siempre están ahí sus promesas y
debemos saber que se cumplirán de acuerdo a nuestra fe, pero una fe activa,
pero sobre todo no importa la edad, recuerde: Hubo también una anciano varón santo y piadoso llamado Simeón (Lucas
Capítulo 2: 21..38) el había recibido una promesa de Dios: No vería la muerte
sin antes haber visto al Ungido del Señor ¡Gloria a Dios! Este anciano tenía
sobre él al Espíritu Santo y éste le había guiado al templo, el mismo día de la
presentación de nuestro Señor Jesucristo! ¡Qué honor más tremendo! ¡Qué delicia
poder contemplar a nuestro Salvador a días de nacido! Poder acariciar su
delicada piel, oler su grato aroma y poder tomar con todo amor y cuidado su
tierna mano! Este hombre tuvo en sus brazos al Salvador del Mundo y hasta
profetizo! Oh, que tremendo gozo en el alma de este anciano: el hijo de Dios en
sus brazos!.
En
aquella misma hora en el templo es revelada la presencia del niño a otra alma
piadosa y consagrada en ayuno y oración: Una anciana llamada Ana. Por qué
elegiría Dios a dos personas ancianas para revelarle la presencia de su hijo
amado?
Simplemente
porque no vio sus apariencias sino su corazón
Ahora...
¿quieres salir adelante?... Sencillo... BUSCA A DIOS
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