El Envejecimiento Debe Ser Aceptado, No Ignorado

Las personas mayores, en de todo el mundo en su gran mayoría, han estado ocupadas sobreviviendo en un sistema social injusto.

No podemos, viejos y viejas, seguir ajenos a nuestra suerte, Dios nos creo dignos, debemos ejercer, sostener y participar de una campaña permanente, donde las personas mayores debemos exigir que no seamos excluidos de la formulación de políticas dirigidas al mejoramiento y dignificación de nuestro guión generacional.

Debe de llegar un día y será muy emocionante, donde las personas mayores nos vayamos a la acción, llegando a las calles si es necesario, para exigir un mejor trato para nosotros mismos.

El envejecimiento debe ser aceptado, no ignorado

Millones de personas mayores en todo el mundo, debemos fijar posición frente a la desigualdad de trato o la negación de nuestros derechos humanos, en particular a los relacionados con el derecho a la seguridad personal, la salud, la seguridad social y nivel de vida adecuada.

Todos debemos aceptar la inevitabilidad del envejecimiento. Lo que no debemos aceptar es que la vejez traiga consigo menor acceso a toda la gama de los derechos humanos. Debe la sociedad global, entender que la vejez es otra etapa de vida del ser humano y como tal se merece su propio respeto y atención.

En las últimas dos décadas, el perfil de la población mundial ha cambiado más que en ningún otro momento de la historia humana. Una de cada diez personas es ahora de 60 años o más años de edad. En 2050, esa cifra aumentará a uno de cada cinco. Este cambio demográfico radical debe  llamar la atención a muchos políticos con la guardia baja, pues a igual que los latinos fueron y son ahora decisivos en las elecciones estadounidenses, los viejos seremos votos decisivos en muchos países para elecciones venideras.

No hace mucho tiempo, la cuestión del envejecimiento se considera un asunto de importancia para sólo un puñado de países, pero las estadísticas muestran ahora que todos los países se refieren.

Como resultado de su invisibilidad, los derechos humanos de las personas mayores a menudo son ignorados. Muchas personas mayores están desempleadas y abandonados, muchos otros se enfrentan a la violencia y el abuso por parte de los familiares o personas a cargo, que en sus formas más crueles que pueden constituir tortura.

Las mujeres mayores se encuentran entre los más vulnerables, algunos de ellos sin hogar o sin derecho a heredar de sus familias, esposos o hijos. La comunidad de derechos humanos también ha sido lenta en darse cuenta de que la agenda global ya no puede ignorar los derechos de las personas mayores.

Debemos de tomar medidas para asegurar a las personas mayores un nivel de vida digno

Los gobiernos deben programar e introducir planes de pensiones sociales para las personas mayores y adoptar las medidas adecuadas en áreas como la vivienda, la salud, el transporte, el acceso al agua y la seguridad personal para garantizar que no se discrimine o se dejan sin protección y que gozan de una adecuada nivel de vida.

Los viejos por nuestra parte, debemos de luchar con ahínco para no ser marginados cultural y socialmente, ser viejo no significa ser enfermo y menos el ser obsoleto; ser viejo significa ser enciclopedias andantes de la vida contemporánea, llenas de vivencias y experiencias, que deben de ponerse al servicio de las generaciones emergentes.

Hay que alentar a las organizaciones de la sociedad civil a participar más activamente en los derechos de las personas mayores. Cada uno de nosotros debe prepararse para la vejez, pero para una vejez digna, activa y participativa.

El entender y permitir que las personas mayores sean activas en la sociedad, puede contribuir significativamente al proceso de desarrollo, de ahí la razón de que se les dé la oportunidad. Por lo tanto, necesitan ser potenciados y su participación asegurada.

No podríamos estar más de acuerdo en que cada edad exige una acción y eso prueba que las personas mayores pueden contribuir al desarrollo y lograr el cambio, siempre y cuando se les permita participar.

Esta lucha por este segmento social, no puede ser solo de ellos, puesto que más temprano que tarde, todos los miembros de nuestra sociedad pasaremos por ella. Esta reflexión, da valor al pensamiento de decir no a la discriminación por edad y apoyar a nuestros mayores. Los y las activistas que luchan por un mundo más justo en todas las sociedades, deben aprender a ser amigables con la edad y podemos llegar a mantener un pensamiento y una manifestación mundial.

La vejez no es algo que la sociedad tiende a ver de una manera brillante y positiva la mayor parte del tiempo, muchos de los consejos sobre la edad antigua se trata de intentar no llegar a él y pretender que la vejez es algo que no va nunca ponerse al día con nosotros.

No podemos seguir aceptando un pensamiento materialista e impositivo en la visión y las políticas de atención a la edad madura, debemos generar nuevas expectativas de vida para esta masa poblacional que en los años venideros será social y numéricamente mayoritaria, aceptar el modus operandi de los sistemas gobernantes actuales, es condenar a esa mayoría futura a una realidad espeluznante y quizás me atrevería a decirlo, que estaríamos asistiendo al genocidio silencioso mas escandalizante de nuestra historia.

La vejez es un tiempo para celebrar tanto como en cualquier otro momento en el ciclo completo de la vida y es un momento en el que podemos encontrar profunda autorrealización y la felicidad.

Para muchas personas, es la primera vez en su vida en el que tienen la oportunidad de vivir plenamente sin tener que responsabilizarse por las expectativas y las ideas de otras personas que los han afectado durante toda la vida.

Sin embargo, es crucial que no hay que confundir la autorrealización actuando fuera de las necesidades externas, tales necesidades son a corto plazo y carecen de profunda satisfacción. Para ser realmente feliz en lo más profundo de su alma, la felicidad interior debe ser cultivada también y nunca es demasiado tarde para aprender, como tampoco nunca se es demasiado tarde para iniciar.

Estamos ante Un Reto Para Todos